
Al limite del reglamento
us RS WRC 03, entre la trampa y el área gris:
Se intentaba no perder el paso frente a los Citroën Xsara, Peugeot 206 y Subaru Impreza, en este caso conscientes de que tenían una alineación menos curtida que las de sus rivales. El Focus mutó, se musculó y empezó a lucir numerosos aditamentos aerodinámicos y extensiones de carrocería para no ser relegado al ostracismo. Sin embargo, quizás lo más peculiar de aquel modelo no se encontraba a simple vista. Los ingeniosos hombres de Malcolm Wilson habían introducido en el paragolpes trasero un tanque de aire presurizado que se encargaba de recoger el exceso de aire muy energizado que salía del turbocompresor, el cual habitualmente se suele liberar.
En este depósito de titanio realizado con planchas de 2 mm y una capacidad de 45 litros se almacenaba todo este aire presurizado y se dejaba a disposición del piloto en el momento en el que este decidiera empujar al máximo, por lo que técnicamente no incumplía la norma, pero se trataba de un extra de potencia (se hablaba de un 5% extra respecto a la cifra anunciada por M-Sport) que finalmente no duraría más de tres pruebas antes de que la FIA decidiera prohibirlo. Atravesaba la brida, por lo que no incumplía las reglas técnicas, sin embargo se consideraba que no respetaba el espíritu de la regla. En el siguiente vídeo de Vasilis Kavanozis se resume a la perfección el sistema.
Nota y foto de Diariomotor
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